viernes, 2 de septiembre de 2011

Extraño tu aire de ser






       Me acostumbré a pedir por ti todas las noches que no duermes a mi lado, me acostumbré a hablar contigo aunque no estés, me acostumbré a tu colonia a pesar de que no te la pones todos los días, me acostumbré tanto a ti que hoy te extraño… Añoro hablar contigo por mensajitos hasta las siete de la mañana; me pasa que aún no te has ido y ya lloro tu partida, que no me he bajado del carro y ya te estoy esperando para salir mañana, que no he llegado ni al ascensor y ya quiero escribirte un mensaje… Es que extraño tu aire de ser, ese aire que respiras entre cada palabra que dices, palabras que te hacen genial, ese aire que te convierte en mi superman, en mi caballero, en un viejito prematuro… Extraño ese aire que inhalas cuando me besas, el aire que exhalas cuando me abrazas, el aire de tu mirada posada en la mía

Puedo cerrar los ojos y recordar, y añorar incluso tu aire de ser cuando no me amabas… Recuerdo tu letra, tu nombre, tu pelo, recuerdo ese banco de la Universidad, ese suéter que usabas. Extraño lo que no vivimos, lo que nunca fuimos porque nuestras respiraciones no se cruzaron, porque no compartimos el aire lo suficientemente cerca para poder amar tu aire de ser en aquel entonces… Maldito tiempo que hace de nuestro amor parte de su impuntualidad, le reprocho al reloj su retraso, le reprocho a tu aire su falta de oxigeno.

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